viernes, 17 de junio de 2011

ANHELO DE VERTE

Cuando la noche llama a la luna,
y esta responde con tristes frases de lamentos,
y con dulce luz blanca, acaricia las plantas,
acaricia suavemente sus hojas, acaricia el agua en los ríos,

y estos responden con alegres sueños,
donde la soledad, la pasión y la melancolía,
se mezclan en una helada danza,
en lo más profundo de la selva.

Se despierta como un niño,
el ámbar azul de las fragancias de las rosas,
recorren silenciosamente el vacío,
buscando ese glorioso néctar,
el cual solo brota de un infinito manantial,
del calor de tu cuerpo,
del color de tus besos;
¡de esa mirada extrema!
que de un suspiro desnuda sin vacilar,
al más oculto de todos los secretos